¿Y NOSOTROS POR QUÉ?: las desventuras del Canal 40 de México



Van a ser cuatro años que estoy radicado en México. Y como buen bicho de los medios, me asombré mucho al bucear en la televisión de este inmenso país. Y de que es inmenso, es inmenso. Viven 112 millones de personas (unos 8000 somos argentinos). Tienen la capital con mayor densidad de población del mundo. Tienen radios FM de 120.000 watts de potencia. Sólo en la capital y en el Estado de México hay 13 canales de aire mas sus repetidoras (el año que viene es el "apagón analógico" y todas las televisoras pasan a ser digitales, como en Europa y USA). Todas sus antenas están en los cerros más altos de la zona, debido a que es un terreno muy irregular, con cerros, montes, colinas y valles.

En uno de esos cerros, el Chiquihuite, al norte del Distrito Federal, se encuentran las instalaciones de lo que alguna vez fue CNI Canal 40, una estación de TV que nació tras la privatización de los canales que pertenecían a la empresa estatal Imevisión, hoy pertenecientes al grupo Azteca, el tercer gigante de las comunicaciones de México, después de América Móvil (Telmex, Claro...) y Televisa, ese tío que ya conocemos en la familia de la tele desde hace años.
En el caso del canal 40, éste nació unos años después de esa gran privatización y lentamente se empezó a perfilar como la mejor alternativa a lo que ofrecían los otros dos monstruos, de manera parecida, pero muy diferente en su contenido. Mientras Televisa (con cuatro canales de aire en el área) era más conservador en sus envíos, Azteca (con solamente dos) se diferenciaba con contenido más fuerte, líneas editoriales contundentes y programas innovadores, como esa telenovela parteaguas que fue Mirada de Mujer. El pico máximo de popularidad que tuvo Azteca como empresa televisora fue cuando asesinaron en 1999 a Paco Stanley, un afamado periodista que conducía un programa mañanero. Su programa lo terminó a las 11 de la mañana, haciendo chistes sarcásticos, visiblemente nervioso y pasándose un pañuelo blanco por la frente secándose el sudor. Una hora después lo intercepta un grupo de sicarios vaciándole varios cargadores en la camioneta donde estaba. Media hora después comienza un programa especial anunciando la muerte de quien además trabajó muchos años para los canales de Televisa. El estudio donde salía su programa se reacondicionó para seguir transmitiendo desde ahí. Todos los que estaban en ese lugar, visiblemente consternados y enfurecidos, pedían literalmente la cabeza del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Cuauhtemoc Cárdenas, del partido de izquierda PRD. El rating de Azteca 13 se cuadruplicó en esos luctuosos días y marcaron a fuego la audiencia de quien aún hoy sigue siendo el segundón del rating.


Fue lindo mientras duró. Estos fueron los logos del canal 40 desde sus comienzos, pasando por la alianza con Azteca, la ruptura, la interrupción de las transmisiones y la vuelta, ya como Proyecto 40.

DAVID EMPEZÓ A SER GOLIATH
Al grupo Azteca (en ese entonces, TV Azteca) no le alcanzaba con tener canales de TV, una compañía de celulares y una casa de electrodomésticos/banco que incluso ha llegado a estar en Argentina y se fue como se vino por la inestable situación inflacionaria de nuestro país. Incluso invierte en música y artistas que en su mayoría no pasan de sus filas mediáticas. Y la oportunidad de un tercer canal, al menos en lo simbólico, no se hizo esperar. Tres años después de su estreno, en 1998, y debido a una muy mala administración por parte de sus dueños de ese entonces, Televisora del Valle de México, dueña de la frecuencia 40 con la sigla XHTVM (TVM por las iniciales de la empresa) y que funcionaba con el nombre de Corporación de Noticias e Información, tal el nombre del canal, cierra una alianza con TV Azteca para que maneje su contenido artístico y publicitario. Algo muy parecido a lo que fue cuando Radiodifusora El Carmen, propietaria de LS86 Canal 2 de La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires, firmó en 1988 un acuerdo con Estrellas Producciones para transformar el canal a Teledos, un canal super popular y lleno de artistas famosos dirigido por Héctor Ricardo García, en ese momento dueño del polémico diario Crónica. El resultado fue muy bueno en audiencia y publicidad, pero por esa razón el "gallego" se quería quedar con más de lo que los dueños del canal le dieron y comenzó un litigio que no terminó en buen puerto, levantándose todo lo referente a Teledos, hundiendo al canal en lo más bajo de las preferencias y rentando espacios a cualquier programa que se le cruce, desde concursos de belleza zonales hasta pastores evangelistas, para poder salvar al canal de un cierre definitivo.
Recién en 1992 el canal 2 empieza a recobrar vida cuando la familia Irusta Cornet, dueña de Radiodifusora El Carmen, vende todo a Eduardo Eurnekian, que lo transformó en el actual América 2, tras pasar dos veces más de manos hasta el día de hoy.
Y lo que pasó con el Canal 40 mexicano tuvo un final muy parecido. Y a la vez muy distinto.

El saludo de Judas. Lo que iba a ser el comienzo del salvataje del Canal 40 terminó siendo una pesadilla para sus dueños originales. El grupo Azteca, a través de tecnicismos legales, ocupaciones poco elegantes de espacios laborales y mucha codicia empresarial, de ser el proveedor de contenidos y publicidad de la señal terminó "apoderándose" de ella, aunque los dueños reales sigan siendo otros.

ENCUENTRO CON EL DIABLO

Dos años después del acuerdo con Azteca para que ésta administre el canal artística y publicitariamente en gran parte del horario de transmisión, Javier Moreno Valle, dueño de la empresa que gestionaba el canal 40, rompe ese acuerdo argumentando incumplimiento del mismo por parte del megagrupo. Seguramente algún que otro vuelto que se quedaba el gigante de Ajusco (el cerro donde están las plantas transmisoras de Azteca). Y lo peor que pudo haber hecho Moreno Valle fue, primero, transar con un grupo que se perfiló ya como el segundo más poderoso en materia de medios de un país y encima creer que eso lo beneficiaría en lo empresarial. Y segundo, rescindirle el contrato a ese grupo pensando que se iban a quedar cruzados de brazos. Ni siquiera tuvo el apoyo del presidente mexicano de ese entonces, el poco ortodoxo panista Vicente Fox, que perfilaba como la transición tras 70 años de gobierno del PRI y terminó siendo, para muchos, un cachivache que hizo poner en peligro la reelección del partido gobernante, que al final ocurrió (con muy poca diferencia de votos) cuando Felipe Calderón tomó la posta para otros seis años de gobierno del Partido Acción Nacional, de raigambre conservadora. A la pregunta de qué puede hacer él como primer mandatario de un país para destrabar este conflicto frente a la injusticia de que la misma gente de TV Azteca, tras la ruptura de la alianza, decida tomar por la fuerza (y con una dudosa metodología mafiosa, según muchos) las instalaciones del Canal 40, lo que se conoció por mucho tiempo como el "Chiquihuitazo", Fox, al mejor estilo Poncio Pilatos, le dijo a ese periodista que le preguntó todo eso "¿Y por qué yo?". La respuesta, por más desubicada que fuese (más viniendo de alguien que le dijo a Fidel Castro en una cena diplomática "comes y te vas"), era al final de cuentas hasta lógica: entre muchas cosas, la esposa del presidente de la Nación utilizaba la pantalla de los canales de Azteca para promocionar su fundación de ayuda a gente de bajos recursos (y potenciales electores).

Denise Maerker fue la cara del noticiero del extinto CNI Canal 40 y no dudó en ponerse la camiseta del canal cuando se reclamó la devolución de sus instalaciones apoderadas por Azteca en el conflicto llamado "Chiquihuitazo". Hoy es una de las periodistas más importantes de México y conduce los más destacados programas de debate periodístico de los grupos Televisa y Fórmula. De Azteca, mejor ni le hablen.

Tras una orden judicial, esas instalaciones volvieron a manos de sus dueños originales.
Pero Azteca, como ya lo dijimos, no se iba a quedar cruzada de brazos y "ahogó" económica y judicialmente a TVM/CNI para que afloje con el canal. "Yo te lo levanté al canal, ahora no te hagas el que no sos" fue la respuesta simbólica de los "aztecos". Sumado a que los conflictos con los trabajadores se hacían más fuertes, debilitando la autoridad que ejercía en ese canal su director desde sus comienzos, CNI Canal 40 dejó de transmitir por un tiempo (un año después retomó las transmisiones regulares ya en manos "totales" de Azteca) y muy pocos fueron resarcidos económicamente tras ese parate. Recién en el 2011 ganó el juicio el dueño original del canal. Así y todo, el canal 40 sigue siendo manejado por Azteca desde hace 8 años con el nombre de Proyecto 40 y funcionando normalmente, a pesar de que hacía dos años que Azteca tendría que haberle devuelto la señal a TVM/CNI.

En este video, recopilado por XHGLC, un canal de TV alternativo creado por militantes de la izquierda mexicana, rescata un informe especial sobre cómo estaba yendo el conflicto CNI/TV Azteca,
desde el punto de vista del extinto canal.

UN CACHO DE CULTURA
Aunque ya hubo un antecedente de altruísmo televisivo con el Canal 9, que hasta mediados de los '90 era el canal cultural de Televisa (hoy es Gala TV, un canal 100% comercial y cuya programación en su mayoría viene enlatada de Telemundo de USA), Proyecto 40, el canal que es de Azteca pero al mismo tiempo no lo es, es el único canal cultural a manos privadas que hay en el país. Aunque decir cultural es algo genérico, ya que en el canal se pasan programas, series, películas y documentales de calidad de la misma forma que de repente te aparece un infomercial de un adelgazante milagroso durante media hora. Sus noticieros tienen un alto contenido crítico por parte de sus presentadores. Además, manejan el contenido editorial de una revista de farándula y eventos sociales llamada Central. Sí, farándula y eventos sociales. Es como que el canal Encuentro emita Secretos Verdaderos, el programa del chimentero Luis Ventura, contando la historia de los amores secretos de Alberto Olmedo, por ejemplo.

El Primer Café, uno de los tantos programas de debate y opinión del canal, que va en vivo por las mañanas y se repite por las tardes.
Sus bloques siempre culminan con un PNT de alguna gobernación provincial.
Proyecto 40 no es para nada un mal canal de televisión. Lo que quizá no cierra demasiado es que con muy pocas publicidades en sus tandas (se duda si sus ingresos en esa área solo vengan de los infomerciales y la publicidad estatal), ¿cómo subsiste esta señal "administrada" por el grupo Azteca si no fuera por las "ayuditas" exteriores que se dan fuera del ámbito audiovisual?

Sin embargo, todo eso que parece un berenjenal televisivo, no se nota tanto al momento de mirar el canal
, ya que conviven muchos programas de debate, reflexión, documentales de los que se pueden ver por cable y películas de cine arte. Algo parecido a lo que intenta cada día Televisa con Foro TV (antes 4TV), el canal de noticias del grupo que se emite por aire: dar un contenido serio, acercándose a lo plural y muy distinto a las series, películas y deportes que pasan unos canales (5 de Televisa y 7 de Azteca) y los talk shows y novelas que pasan otros (2 de Televisa y 13 de Azteca).

Uno de los noticieros del actual Proyecto 40, con presentadores que no dudan en opinar sobre las noticias que leen.

Proyecto 40 comenzó siendo un canal de noticias, muy parecido al ya mencionado Foro TV, pero de a poco su contenido fue variando a lo que fue el viejo CNI Canal 40, con más entretenimiento "de calidad", con programas que hablen de espectáculos pero que no se refieran a la vida íntima de los artistas, con programas de análisis de programas de TV sin caer en lo tendencioso y tergiversado, con noticieros que estén a mitad de camino del formalismo del Noticiero del Canal de las Estrellas y el impacto de Hechos, el noticiero bandera de Azteca. Curiosamente uno ve las tandas del canal y hay muy pocos auspiciantes, salvo los ya mencionados e insoportables infomerciales, la reglamentaria publicidad gubernamental y algún que otro chivo a alguna iniciativa del grupo Azteca como el Juguetón, la respuesta al Teletón de Televisa para juntar juguetes para el día de Reyes. Algo parecido a lo que sucede con otro canal independiente de los dos grupos, Cadenatres, perteneciente al Grupo Imagen Multimedia, propietaria del centenario diario Excelsior. En participación publicitaria, el canal 28 literalmente no existe, ya que tiene de cada cinco avisos, tres pertenecientes al grupo multimedia. Así y todo, el grupo está dando pelea para una mayor participación en el espectro teleradiofónico y ser el tercer gigante, amparándose en la recientemente promulgada reforma de telecomunicaciones, que insinúa una desmonopolización del espectro ya mencionado. Al igual que Proyecto 40, que se mantiene del éxito de Azteca Trece, de Elektra/Banco Azteca y de las ventas de celulares (el Grupo Salinas es dueña de Iusacell, la compañía de celulares más antigua de México, y de su empresa hermana Unefón), Cadenatres depende del Banco Multiva y del diario Excelsior, el más vendido después de El Universal, entre las publicaciones "de prestigio" del país.

Así celebró Azteca... perdón, Proyecto 40, su octavo aniversario de transmisión ininterrumpida. Su futuro, aparentemente, sigue siendo promisorio. Que vuelva a sus dueños originales a través de algún acuerdo, ya no depende ni de ellos ni de sus actuales administradores.


NO TE PERDONAN EL TALENTO

A CNI Canal 40 le pasó casi lo mismo que a Rock & Pop, el canal chileno que nació del éxito descomunal de la radio del mismo nombre, pero que a los cuatro años tuvo que cerrar las puertas debido a la escasísima audiencia y a las deudas que acumuló en todo ese tiempo. Fue una verdadera bocanada de aire puro en la tan previsible pantalla mexicana, atiborrada de novelas, noticias de impacto y programación efectista. Con contenido creativo, sin censura e innovador, desde ese canal salieron personalidades que terminaron en otros medios con un discreto éxito, como Brozo, el payaso que ahora está todas las mañanas dando las noticias de manera irreverente en "El mañanero", el programa que se emite por Foro TV y a la vez en W Radio, la AM de más audiencia de las que tiene el grupo Televisa. También del 40 salió Denise Maerker, una de las más prestigiosas periodistas que ahora estelariza Tercer Grado, el programa de debate y opinión sobre la realidad político-social del país que se emite en el 2, el famoso "Canal de las Estrellas", la señal más popular y exitosa del grupo y el buque insignia de Televisa en los sistemas de TV paga de todo el mundo.
A diferencia de su par chileno que tuvo que cerrar sus puertas debido a que nadie quería comprarlo, CNI tuvo su salvamiento de papas temporal a través de Azteca, pero el tiro por la culata le salió por expansión de perdigones. Casi como un humilde comerciante que le pide unos mangos a un prestamista usurero, "confió" en un poderoso para que lo salve, pero cuando las facturas empiezan a pasarse... agarrate.
Lo más curioso es que ninguna de las dos partes litigantes es tan trigo limpio que digamos. Mientras que el grupo Azteca recibió un estate quieto de la mayoría de las empresas de TV por cable por pedir precios de usura para retransmitir sus señales, Javier Moreno Valle tiene diversas causas por defraudación y estafa, independientes de todo este bolonqui del canal 40 y que le permiten a Azteca correrlo por ese lado.

Altruísmo al palo. En los pies de página del sitio oficial de Proyecto 40 no solo no aparece el grupo Azteca como "propietario" del canal, sino que aparecen "chivos" de las fundaciones del grupo, el logo del Grupo Salinas y una curiosa licencia "Creative Commons" que generalmente se pone a las páginas que no tienen fines de lucro.

La única esperanza que tiene Televisora del Valle de México y CNI de recuperar el canal 40 es la plena vigencia de la reforma de telecomunicaciones, la "Ley de Medios" mexicana, que permita abrir el juego a nuevos actores de los medios, cerrando la posibilidad de más concentración en pocas manos e incentivando la iniciativa privada, es decir, que por más que se hable de desmonopolización, eso no termine, como en muchos casos, en manos totales de la vereda de enfrente, es decir, del gobierno o de sus "amigos" privados. Otra opción sería seguir con las demandas ya que aún TVM/CNI es el legítimo propietario del canal y su licencia se extendió en el 2008 hasta fines del 2021.

Por lo pronto, algunos de los ex empleados y seguidores de la vieja señal televisiva abrieron hace unos años un canal de Youtube con algunos de los programas emitidos en lo que fue CNI Canal 40 mas contenido exclusivo e inédito. Como para que la llama de lo que empezó siendo un canal innovador y ahora es un canal alternativo/cultural de un grupo multimedia muy grande, siga encendida.