LA ALEGRÍA NO FUE SOLO BRASILEÑA: los Oscars se reivindicaron solos

 


La escena era, por demás, grotesca. Los conductores de la entrega de los Oscar, transmitido aquí en México por Azteca 7, bailaban el trencito a lo carnaval carioca después de que “Aún estoy aquí” gane la estatuilla a Mejor Película Extranjera. Sí, después de hinchar lo suficientemente de manera futbolística con que algo del país gane (después de varios años de cosecha enorme que tuvo México en esos premios, a caballo de una hermandad anti-Trump que hoy día parece haberse dormido, al menos en lo cultural), ahora todo un país deseaba que una película que los mencionaba o refería, perdiera todo a lo que se nominó.