ANTES TAMBIÉN COMPETÍAMOS: una arbitraria reseña de lo que fue ATC en la televisión argentina


El 7 de abril de 2016 comenzó una nueva etapa en el decano de los canales de televisión en la República Argentina. LS 82 TV Canal 7, tal su nombre legal, estrena nueva programación tras renovarse su plantel jerárquico al cambiarse de gobierno en diciembre pasado. Los desesperados de siempre que somos, pensábamos que iba a pasar algo como lo que pasó cuando la Alianza ganó en el '99 y apenas semanas después de una transición, convirtieron Argentina Televisora Color en Canal 7 Argentina, un giro de 360 grados a lo que se venía (des)haciendo en la señal que nunca fue de otras manos que las del Estado Argentino, salvo en 1954, durante un período muy corto.



La historia de nuestro Canal 7 es prácticamente la historia de nuestro país, o mejor dicho, de lo que elegimos a la hora de votar. El Sistema de Medios Públicos de la Argentina nunca se sentó a ver de qué manera se podían emular los métodos de otros canales estatales reputados en el mundo como el inglés BBC, RAI en Italia o la corporación española RTVE. Ni hablar de TVN en Chile, que es un canal del Estado que compite de igual a igual con los canales privados en materia de calidad de programación (bueno, no siempre calidad, también hay que hacer rating con realities y todo eso). Todas las veces que se quiso competir con los canales comerciales, si no duró poco la idea, no se tenía con qué. Y eso fue lo que le pasó a Canal 7 cuando durante un poquito más de 20 años se llamó ATC. De ser un canal súper comercial y primero en audiencia a estar al borde de la quiebra y posterior privatización.
Y aquí vamos a intentar una reseña de lo que fue ese fenómeno televisivo que trascendió en el tiempo.

Estos son algunos de los avisos que salieron en diarios y revistas de Buenos Aires anunciando la llegada de ATC, creados por la legendaria agencia Lautrec junto a Télam en 1979. Lo curioso de los avisos es que vendían las transmisiones en colores y a mitad del copy decían que se ve en un blanco y negro nítido.


EL COLOR DE LA INEXPERIENCIA
Aquí hay que aclarar un punto que con el paso de los años se fue desvirtuando enormemente. La idea de reconvertir Canal 7 a un canal ultramoderno como lo fue ATC nació de aprovechar los equipos que se compraron para transmitir el Mundial de fútbol en 1978 un año antes de ese evento deportivo. Y no eran cualquier equipo. Fueron los que trajeron las transmisiones a color al país y la estandarización de la norma europea PAL-N para la emisión de programas.
La productora que transmitía los partidos del Mundial en colores al mundo se denominó A78TV y sus estudios estaban en el edificio especialmente hecho para ese fin en la avenida Figueroa Alcorta, esquina con la calle Tagle, del barrio porteño de Palermo. La gran confusión que hay es que muchos creen que Canal 7 cambió su nombre desde ese momento, pasándose a llamar A78TV. No fue así. Aún se seguía llamando Canal 7 y sus estudios todavía estaban en el famoso Edificio Alas, justo en el medio de la avenida 9 de Julio, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires.
Finalizado el Mundial, empieza la mudanza para que, un año después, Canal 7 recale en el edificio de lo que fue A78TV y comenzar una nueva era. Pero una nueva era en serio.

ATC tuvo diferentes formas de comunicarse en el transcurso de sus 20 años de vida. Desde otorgarle un estilo vanguardista y ultramoderno, pasando por el texto coloquial en los nuevos tiempos democráticos y festejando erróneamente 40 años de un nombre que apenas cumplía 12.

"Desde el 3 de mayo, en blanco y negro... ATC, Argentina Televisora Color" se podía leer en los principales diarios semanas antes de la fecha. Lo que llamaba la atención era ese logo multicolor, una locura de innovación creada por el afamado estudio Shakespear, quien a principios de los '70 creó una de las más famosas señaléticas que haya tenido la ciudad de Buenos Aires en sus calles. Lo más curioso es que en las gráficas no decía de qué se trataba. Recién cuando empezó a explicarse el concepto, aparece en uno de esos avisos una perilla de televisor donde el número 7 es reemplazado por el logo de ATC. Créanme que nos descolocamos todos. ¿Un nuevo canal? Encima, un canal a todo trapo, con muchas series de estrenos, la última tecnología de transmisión y, qué les digo... ¡no parecía un canal argentino!
Esto fue posible gracias al trabajo de alguien que de producción televisiva la sabía lunga: Carlos Montero fue el primer director artístico de esta nueva etapa de Canal 7 y logró lo que no se pudo en décadas: liderar la audiencia por más de año y medio.

"Esto es ATC" es el primer video institucional que sirvió para mostrar al mundo televisivo y, obviamente a posibles anunciantes, todo lo que tenía el renovado canal estatal para ofrecer. Allí se puede ver el interior del edificio, que fue el primero en tener paredes y pisos flotantes para evitar los ruidos del exterior, que eran muchos en la concurrida avenida Figueroa Alcorta, donde se encuentra el canal desde 1978 hasta el día de hoy. Este video también fue doblado al inglés y se puede ver esa versión en este link.


Ese primer ATC era una verdadera locura. Combinaba lo mejor de la televisión comercial con lo que debe tener un canal público en materia de cultura. Convivían shows de espectáculos que se comían el rating los fines de semana con adaptaciones de obras clásicas de la literatura. Estrenos de exitosas series de USA con musicales de artistas históricos de nuestra canción popular.
La fórmula no fue, si lo vemos más detalladamente, una invención de ese entonces. Los canales, en ese momento todos perteneciendo a la órbita estatal, tenían sus artistas exclusivos, sus programas exitosos y sus programas "culturales". Pero la característica de ATC es que era un canal nuevo, más allá que era el Canal 7 con otro nombre. La vieja denominación sólo quedó en el ID que decía qué canal era en la sintonía de VHF. Además, era la primera vez en la historia que un canal tenía un nombre y no un número, sin contar a Teleonce a principios de los '70, que ya venía con el "once" en su nombre.
La idea era emular varias cosas: el nombre de un canal americano como CBS, ABC o NBC (de hecho, el clásico logo de ATC tenía en su "C" un ojito como el de CBS) y la variedad de programación de otras señales públicas como TVE, RAI o la holandesa AVRO, famosa por sus programas musicales donde muchos artistas tuvieron sus clips oficiales realizados en el programa TOP POP, uno de los más históricos de Europa.

Lloren, chicos, lloren. El merchandising de ATC parecía infinito. Desde su propio sello discográfico, pasando por películas, autos de colección y la tarjeta de socio del canal, que te permitía participar de sorteos y hasta del padrinazgo del famoso que te firmara esa tarjeta. Un boom que duró un poco más de tres años y marcó a toda una generación.


Por eso uno de los fuertes de ATC, como ya mencioné, fueron los fines de semana, con dos programas que resultaron emblemáticos en el género "ómnibus": los sábados eran de "Show Fantástico", conducido por Adolfo Cassini y Leo Rivas, con muchísimos números musicales y las canciones que sonaban en las radios y las discotecas. Y los domingos eran de "A Todo Color", con Fernando Bravo, presentando récords mundiales en vivo, como el mayor tiempo de un auto manejado en dos ruedas o el de un hombre metido en una casa de hielo en pleno invierno y solo vestido con una malla de baño. Ese programa le ganaba por lejos en rating a un imbatible como lo fue "Domingos para la juventud" en Canal 9. Y no solamente esos dos días ATC era una innovación. Tenía mucha producción original; desde telenovelas como "Rosa de lejos", comedias como "Los hijos de López" (que terminó también siendo película) y miniseries, pero además compraban, casi a la par de los otros canales, superproducciones americanas y series que estaban pegando muchísimo en el país del norte, como "240 Robert", "Sheriff Lobo" o "BJ", entre otras. El boom de ATC se reflejó también en la pantalla grande, donde muchas películas eran filmadas en sus fastuosos estudios, que terminaban siendo el cuartel central de los Superagentes o como en la peli "Ritmo a todo color", que era casi una promoción de hora y media del canal en 1980. Además, tras convenios con la editora española Bruguera y el sello discográfico Tonodisc, ATC cubría los flancos de promoción editando discos con su propio sello y verdaderos clásicos de la literatura infantil como "Erase una vez... el hombre", que tuvo también su versión local contando la historia de Argentina.

El fastuoso edificio de ATC, que en sus momentos de gloria sirvió de escenario para distintas escenas de películas. comerciales y video clips a principios de los '80. Tuvo un momento de descuido absoluto que obligó a cerrarse al público. En su momento de esplendor fue el escenario de muchos recitales en vivo.

Y entre tantas curiosidades que uno se encuentra, aparece este video de un muy pequeñito Luis Miguel, cuando empezaba a hacerse conocer en Argentina, filmado en la famosa explanada del canal estatal. Era el año 1983 y, como se darán cuenta, aún no tenía fans que lo correteaban, pero sí gente que pasaba y miraba. Detalle: no es playback. Cantaba en vivo sobre pista.



Toda esta primavera de rating duró hasta principios de 1982, cuando empezó todo el conflicto por las Islas Malvinas desde el 2 de abril de ese mismo año. No nos olvidemos que ATC era el principal vocero del gobierno militar de aquel entonces. Su logo aparecía en la chapa que sostenía el micrófono del presidente de la nación de ese entonces y de los ministros que podían llegar a salir en cadena nacional. Así fue que su noticiero central, 60 Minutos (oh, mismo nombre que el de CBS), al momento de desatarse la guerra con Inglaterra, a ser el principal informativo de lo que pasaba allí. Olvídense de la inmediatez de Internet, de las redes sociales, de todo eso. En ese noticiero, como en todos los demás de esa época, los presentadores de noticias leían cables de último momento impresos en papel común (no había teleprompter) y las notas mezclaban video con fílmico, nada digital. Durante la guerra sólo se pasaban, con mucha vehemencia, las noticias del acontecimiento. Y de a poco, la pantalla de ATC se llenó de patriotismo explícito, también gracias a un teletón llamado "Las 24 hs. de Malvinas", conducido por dos históricos de la tele como Cacho Fontana (quien se adjudicó la idea de ese programa) y Pinky. Fue el último programa de esa época de ATC que fue visto por más del 90% de la población del país.


En estos meses el emprendimiento de rescate audiovisual estatal Prisma (desde 2016, Archivo RTA) subió a su canal de Youtube verdaderas gemas que nunca vieron la luz antes. Si bien el Canal 7 tiene su propio canal en esa red social, en Prisma hay subidos videos originales de otras productoras y canales. Lo que más asombra de este video es que se grabó originalmente con sus tandas publicitarias incluidas, lo que nos da una clara pauta de cómo eran las mismas en esos tiempos, hasta principios de los '90, con locutores en vivo, placas diapositivas (también conocidas como telops) y la combinación de video y fílmico directo de telecine. Todos estos videos fueron considerados los más antiguos subidos a Youtube grabados directamente de la tele argentina. Hoy, algunos archivistas subieron piezas de entre 1979 y 1980, cuando recién empezaban a aparecer las videocaseteras en Argentina.

Al perderse la guerra, se perdió el sentido de un canal que no hacía muchos meses era el líder en audiencia. Todos asociaban a Canal 7 como el canal donde el periodista José Gómez Fuentes decía que "estamos ganando" la guerra de Malvinas. Desde ese momento y hasta la transición democrática, ATC deja de ser un canal comercial para volver a ser un canal del Estado, aunque aún con programación variada en entretenimiento y en series. Eso siguió cuando volvió la democracia (y el canal pasa de ser una Sociedad del Estado a ser parte del Ministerio de Cultura) con verdaderas marcas registradas de la década: "Función Privada", aquel programa de cine que mostraba las películas que prohibió el "Proceso" con la variante de pasar como en los cines de antes, un cortometraje de Flash Gordon y Sucesos Argentinos antes de la película principal, la telecomedia "Mesa de Noticias" y aquel programa de culto llamado "La Noticia Rebelde", una continuación natural de lo que fue "Semanario Insólito", con los principales guionistas de humor del momento, todos juntos en un ciclo.



Y hablando de Mesa de Noticias, aquí vemos completo y con sus respectivas tandas el primer capítulo de la cuarta y última temporada en ATC. Un año más tarde, la creación del gran Juan Carlos Mesa recaló por una breve temporada en Canal 13, pero el rating no lo ayudó mucho. Igual, se tomaría revancha unos años después con Stress, una comedia al estilo Mesa de Noticias pero ambientada en un spa. La telecomedia situada en la redacción de un noticiero fue uno de los pocos hits que tuvo ATC después de la transición democrática, teniendo incluso merchandising propio y varios discos originales y compilados editados con su nombre.


EL FITITO vs. LAS FERRARIS
Pero llega la década del '90 y agárrense. ATC empezó a parecer una pelotita de flipper en materia artística y hasta financiera. Las distintas gerencias del canal se personalizaron al punto tal que el canal, que ya había perdido cierta identidad después de Malvinas, ahora era un limbo del que no podía salir, sumado al boom de los nuevos canales privados como Canal 13 y el 11, ya convertido en Telefé, y el languidecimiento del rating de Canal 9 Libertad, el único canal privado hasta el momento y que era imbatible en las mediciones. El punto cúlmine fue la elección del entonces presidente Carlos Menem para que su amigo, el productor Gerardo Sofovich, se encargue de la dirección total de ATC. Decidido a hacer de nuevo un canal competitivo de ATC, el recordado productor artístico da un giro en su programación con dos slogans muy particulares: "Con mentalidad ganadora" y "Ahora también competimos". Las principales armas para "competir" eran "La noche del domingo", un programa que gozó de mucho rating en el 13 y Telefé, pero que ya para esa época estaba muy devaluado (y eso que Sofovich siguió haciéndolo hasta fines de la pasada década) y un acuerdo con Televisa y su cadena de noticias ECO (que dejó de existir en el 2001). Las tardes de ATC estaban llenas de telenovelas de esa cadena televisiva y había un noticiero conducido por Juan Carlos Perez Loiseau con el nombre del canal de noticias mexicano. No conforme con eso, al famoso "Ruso" no se le ocurrió tamaña idea que hacer un canal alternativo a ATC, llamado ATC Cable Vivo. La idea no era muy original ya que el 80% de su programación eran repeticiones del ATC de aire.
Ese canal tuvo muy poca vida. El rating por aire jamás ayudó, pero el cargo a Sofovich le sirvió para hacer negociados y facturar a nombre de Wainot, la empresa "productora" de los contenidos de ATC. Además, en esa época "desapareció" mucho material de archivo que hoy día tiene un valor incalculable. Si bien ahora el proyecto Prisma está rescatando mucho material que está subiendo a Youtube, otros videos se perdieron vaya uno a saber donde. El gran problema del video es que siempre fue muy tentador para reciclar y volver a grabar, no importa qué cosa había en esos cassettes.


Esta es una de las tandas del "nuevo" ATC bajo la conducción directiva de Gerardo Sofovich (QEPD). Ante el imabtible Telefé, el segundo lugar de Canal 13 y el aún vivo Canal 9 Libertad, no se pudo hacer mucho para que la gente vuelva a ver el canal de todos, pero intenciones, en su momento, sobraban.

Tras la renuncia de Sofovich con acusaciones en su contra por las macanas que se mandó en su gestión, a mitad de tan polémica década aparece la gestión del cordobés Germán Kammerath, que decidió "lavar" la cara de ATC renombrándolo ATeCÉ, dándole un perfil aún más federal que cuando su slogan en los '80 era "En todo el país". Hasta su noticiero tenía un muy curioso nombre: "Pueblo Noticias". La idea duró muy poco tiempo y ATC vuelve a su logo original. El canal estaba en permanente caída libre y el ex perodista deportivo Mauro Viale se apodera de las mañanas de ATC con un informativo bastante extraño, ya que tenía invitados en el estudio de todo tipo y en donde muchas veces esos invitados se agarraban a gritos y golpes, en pleno furor de los talk shows en el mundo. La pantalla del 7 era una verdadera anarquía donde poco y nada valía la pena ver. Hasta el sello tropical Magenta pagaba su espacio para difundir a sus artistas, en pleno apogeo de "la movida".


Corría 1997. Y de tener programas ómnibus que arrasaban en audiencia a principios de los '80, ATC rentaba sus espacios a la creciente "movida tropical" que en esos tiempos no paraba de vender discos (aún no existía ni el mp3, ni Itunes, ni siquiera los CDs grabables). Aquí vemos un fragmento de Tropicalísima, el programa de Discos Magenta, uno de los dos sellos que albergaba tantos grupos y solistas del género. Uno de esos grupos exitosos fue Montana, cuyas fans corean en la intro de la canción "Qué será" el nombre de su cantante: Elio, Elio, Elio, Elio... Desde ese entonces el público televisivo empezó a conocer el clima y los códigos de las bailantas, llegando a su apogeo y luego restricción por parte del COMFER (luego AFSCA, hoy ENACOM) con el auge de la "cumbia villera" a principios de este siglo.

Y llegó 1999. La Alianza gana las elecciones, derrotando al presidente riojano. Nuevos aires estaban acercándose al país y la acéfala pantalla de ATC, que tuvo como último slogan "Bien de familia", volvía a foja cero con una vuelta de tuerca muy particular. Durante poco menos de un mes, apenas asumió Fernando de La Rúa la presidencia, su artística se volvió totalmente rústica y su nombre fue "Argentina Televisora Color", ya no más "ATC". Todo fue una transición hacia el futuro Canal 7 Argentina. Una programación renovada, altamente pluralista, pero con el equipamiento de hace veinte años. Toda esa otra primavera duró hasta diciembre del 2001, cuando el peronismo derrocó a De la Rúa. El nombre de Canal 7 Argentina, con algunas variaciones en su logo, duró hasta el 2005, cuando de a poco iban transformándolo a "TV Pública". Y aquí nos detenemos. O mejor dicho, nos adelantamos en el tiempo y paramos en abril de este año.

Muchos, cuando nos enteramos que el Canal 7 amagaba a cambiar su nombre pero no lo cambió, dijimos "hay que quejarse". Y armamos este gracioso video con el coreano loco que juega videos y cada vez que pierde rompe el teclado o la cámara web. Si bien el 7 no cambió tanto su denominación anterior (es más, hasta la alargó) su programación empezó a diferenciarse fuerte de las anteriores gestiones con contenidos tan pluralistas como cuando fue Canal 7 Argentina en el 2000.

EN EL NOMBRE DEL PÚBLICO
Voy a decir algo que más de uno se va a querer enervar bastante. Nunca estuve de acuerdo con que Canal 7 se llame "TV Pública" o "Televisión Pública" o "la televisión pública". Me suena a biblioteca pública, a teléfono público, a baño público. Es el nombre menos comercial que se le haya dado a un canal de televisión estatal, creo que en toda la historia. Además, es obvio. Es cierto, los medios del Estado son de todos, son públicos, pero eso de nombrar obviedades explícitas se podía hasta perdonar en tiempos del comienzo de los canales reprivatizados en los '80, con Tevedos y su slogan "Privado, independiente... toda una elección" o el efímero slogan del Canal 9 de Romay, "Su canal privado". Que sea "la televisión pública" como slogan, hasta se entiende, pero no como nombre de un canal. Esta invención de la gestión kirchnerista de la mano de Rosario Lufrano, ex periodista de Telefé devenida en gerente televisivo de Canal 7 a mediados de la década pasada, terminó convirtiéndose en el más (in)comprensible nombre genérico para un canal como el 7. Es cierto, una estación de TV estatal no tiene necesidad de competir con canales comerciales, pero la imagen siempre cuenta. Así fue como el logo de ATC, el sol de El Trece o hasta las pelotitas de Telefé trascendieron generaciones, se puede considerar un logro de la gestión anterior el haber impuesto el logo de una escarapela y semejante mamotreto de nombre para el canal de todos nosotros, a tal punto que la gestión actual, que supo diferenciarse en no obsesionarse con los medios como sus antecesores, continúe la línea de imagen anterior con un nombre aún más largo: "Televisión Pública Argentina". Si bien en el anterior logo aparecían las siglas "TVP", en ningún momento se nombró al canal 7 como "tevepé", seguramente para que la gente no se confunda con Telefé o, en el más extremo de los casos, con "atecé". Hubiera servido mucho para que la gente asocie un nombre más familiar que "la televisión pública", pero el objetivo de imponer semejante choclo de nombre se logró. Al menos para las generaciones presentes, que al canal 2 lo llaman América y al 11 Telefé.
Hasta ahora el único cambio fuerte en los medios estatales fue la supresión de "la radio pública" a Radio Nacional. Esperábamos algo que por ahora no fue: la vuelta al nombre original de LS 82 TV Canal 7. Se verá con el transcurso del tiempo si sigue teniendo ese poco "comercial" nombre o lentamente va tomando otra forma.

UPDATE mayo 2019:
Para terminar, les dejo la Historia Gráfica de ATC, actualizada en forma definitiva, ya que en los 7 años que se publicó la primer versión del recopilatorio (que se puede ver aquí y desató una ola de Historias Gráficas en muchos otros países de la región) se subieron a Youtube todos los IDs que faltaban redescubrir, como el segundo hecho en Scanimate, las tres versiones del ATC de 1982 y algunos otros resubidos con mejor imagen y sonido. El video se subió justo el día que se cumplieron 40 años de la llegada de ATC a la pantalla de Canal 7.