Debo admitir que siempre subestimé a los '90. Fue una década que viví demasiado fuerte y sintiéndola muy reciente a pesar que hace 13 años que terminó. Pero tuvo, tanto en nuestro país como en el resto del planeta, sus particularidades, tanto como para intentar desbancar el cetro de "década favorita" de muchos, que para mí, sigue siendo la del '80.
Los '90 se ganaron de a poco el mote de la década post-post-moderna. Ya no estaba de moda ser alternativo. Lo "alternativo" era lo normal. Pasamos musicalmente de todo lo tecno a lo rockero y de lo rockero a la "música del nuevo milenio". De comer en las principales cadenas de fast food del mundo, terminamos la década en una transición que casi nos hace andar como zombies por la calle.
Y los '90 en Chile fueron marcados a fuego por una iniciativa impensada incluso para los tiempos que actualmente corren.
La FM Rock & Pop, en su versión chilena (hay que tener en cuenta que aún no estaba la modalidad de ventas de formatos en medios de comunicación. Si bien la primer Rock & Pop es argentina, también hay una paraguaya y otra hondureña, pero los registros de marca de cada una son locales, lo que permitió el uso del nombre mas allá de las fronteras argentinas que intentaron demandar una vez a su "hermana" chilena) estaba viviendo su pico de audiencia más grande de su historia desde que inició sus transmisiones en 1991. Sus dueños por ese entonces, Compañía Chilena de Comunicaciones, ganaron la licitación de la frecuencia de televisión número 2, hasta el momento sin transmitir, y trasladaron todo el formato de la radio a la tele. Sí, así tal cual. Algo que cuando no está bien planificado y organizado, sus resultados no pueden ser muy buenos que digamos. Así le pasó a, justamente, "Rock & Pop TV", el programa argentino de televisión nacido del éxito descomunal de audiencia radial que tenía por 1988/89 la actual 95.9 (por ese entonces en el 106.3), que recibió durísimas críticas y sanciones legales por su contenido "transgresor" (¿se acuerdan de las competencias de camisetas mojadas llamadas "Largo de pecho"?), además de haber tenido diversas metamorfosis forzadas por esas cuestiones, tanto televisivas como radiales. Si a eso se le sumaba el escasísimo rating del por entonces Canal 11, al punto tal de casi cerrarse hasta su actual privatización con el nombre de Telefé, toda idea de trasladar una radio exitosa a un programa de TV mediocre era una locura.
Sin embargo y a pesar de la mala vibra que tuvo el proyecto desde un principio, el canal Rock & Pop fue lo más innovador que salió de la conservadora y pacata pantalla chica chilena. Tenían programas como "Maldita sea", donde tres amigos se juntaban para ver películas clase B de terror y comentarlas en vivo, un talk show algo bizarro llamado "Caleta de pecadores" que derivó en programas de conversación periodística mas serios como "Nadie es perfecto" y formatos televisivos basados en ideas argentinas como "Gato por liebre" (inspirado en CQC) o "Plan Z" (basado en el método del teatro humorístico absurdo que en Argentina empezó con De la cabeza y siguió con Cha Cha Cha).
En resumen: muchas ideas innovadoras pero poco vendedoras y muy mal administradas hicieron que el canal, salvo cuando empezó, nunca superara el punto de rating (en Chile 6 puntos de rating son como 30 puntos argentinos) y tras varios golpes de timón en lo que es programación (iban de los programas "re locos" a uno omnibus en verano con juegos en la playa donde solo faltaba el marido de Adriana Aguirre imitando a Leonardo Favio), el fracaso de venta del canal a un consorcio binacional que también era parte dueño del canal 13 santiaguino y hasta 7 millones de dólares de pérdida en solo un año (la inversión inicial para ponerlo en funcionamiento fue de 8 millones), en diciembre del '99, tras un poco más de cuatro años de transmisión, el canal 2 cierra sus puertas de un día para el otro.
Ya para esa altura era un fantasma en el aire que ya ni siquiera se llamaba Rock & Pop, sino Canal 2 a secas. Estaba todo tan mal entre empleados y empleadores que en el último noticiero que se emitió antes de la discontinuación total del canal, al presentador de noticias le dieron para leer a modo de despedida "Eso es todo en informaciones, que tenga un buen despertar. De seguro, nosotros no lo tendremos.". Rápido de reflejos y demostrando mucha profesionalidad, el conductor lo cambió por "Es todo en informaciones. Nos vemos mañana... si Dios quiere. Buenas noches.". Igual, a lo último de todo, la cámara "ponchó" internamente el famoso papel con la polémica e inspirada frase.
Desde ese momento y hasta fines del '99, el canal 2 se limitó solamente a pasar ocho horas diarias de video clips e infomerciales para no perder la licencia transmisora. Después, como hizo la brasileña Iglesia Universal con Radio Buenos Aires, el ministerio evangélico Vida Visión compró esas ocho horas por día para pasar sus prédicas, testimonios y cultos. Todo eso fue hasta principios del 2005 cuando alguien, sí, alguien, se animó y compró la mufadísima estación televisiva. Desde ese momento y actualmente se llama Telecanal, teniendo poca programación en vivo y muchas series, películas y dibujos animados. Lejos, muy lejos del experimento poco rentable que fue Rock & Pop Televisión en los '90.
Pero el Rock & Pop chileno, digamos que no "transó" con algún poder, sea estatal o privado. Eso hizo que, además de que la audiencia no los apoye, tampoco lo hacían sus anunciantes. El canal, que empezó siendo una bocanada de aire puro en la televisión trasandina, terminó siendo un gastadero de plata enorme, a diferencia de otras señales que nacieron en los '90 como La Red y Megavisión, que aún siguen existiendo, superando crisis económicas y artísticas, aunque lejos de TVN, el canal público que junto a Canal 13 comparte el "liderato" del rating. Pasaron muchos años hasta que toda esa camada de artistas y comunicadores que nacieron en Rock & Pop TV y tiempo después fueron llamados a trabajar en otros canales y medios (aunque algunos siguieron en la radio original), puedan reconciliarse con el personal jerárquico que los echó sin avisarles y encontrarse en un especial televisivo que hizo, naturalmente, otro canal.
En el siguiente documental "El pulso de una generación", realizado por el Departamento Universitario Obrero Campesino, dependiente de la Universidad Católica de Chile y subido originalmente por el canal de Youtube jtvidela, se muestra a los principales protagonistas del momento televisivo que fue Rock & Pop TV, cruzando declaraciones dignas de debate entre los que fueron conductores de los programas y los responsables directos de que funcione el canal, mas algunas escenas emblemáticas de sus transmisiones, incluído el famoso final del noticiero, el último programa que emitió Canal 2 a fines de 1999.
Una historia muy particular en los medios mundiales. Más viniendo de un país como Chile, donde su canal público, administrado por una "sociedad" de funcionarios estatales y empresarios privados, es el canal líder en audiencia desde hace muchos años, combinando programas culturales con la programación mas comercial que se haya visto alguna vez. Algo que en Argentina funcionó una sola vez cuando Canal 7 cambió su nombre a ATC en 1979 y el rating lo acompañó bien arriba durante casi tres años. Otra historia de un "one hit wonder" televisivo que pueden leer haciendo click aquí.