De una semana a la otra, el muy buen tema de la no menos insufrible ex estrella de Disney, Miley Cyrus, escaló del puesto 24 al número uno.
Un ignoto productor de música electrónica llamado Baauer entró directamente en el primer lugar del Hot 100 americano con Harlem Shake, estuvo 5 semanas arriba y se cayó estrepitosamente.
Estos son dos ejemplos de cómo los tiempos han cambiado, vaya uno a saber si para mejor o peor, en lo que es la industria del entretenimiento musical. Desde que nacimos, gran parte de ella lo refleja la revista Billboard, la más antigua en el mundo de ese género.
Su primer número (en la foto, al lado de la edición de la semana en que se publicó este artículo) data de 1894. Y era principalmente una gran gacetilla de promoción de espectáculos circenses y teatrales. Cuando la música empezó a tener su propio soporte sonoro, la Billboard empezó a darle más cabida a ese tema. Ya llegando a mitad de la década del '30 publica su primer ranking y empezando la década del '40 ese ranking ya era fijo. Su primer #1 como "Music Popularity Chart" casi a fines de 1940 fue el tema de Tommy Dorsey "I'll never smile again" cantado por un jovencísimo y aún desconocido crooner llamado Frank Sinatra.
Muchos hablan de la influencia de los charts de Billboard, a tal punto que su fórmula para confeccionarse (casi tan secreta como la de la Coca-Cola) cambia permanentemente con los tiempos que corren y los soportes físicos que se usan para escuchar música. Es muy distinta la época que los discos simples de vinilo dominaban la tendencia a ahora que casi todo se baja a través de Itunes.
En esta animación GIF pueden ver cómo fue cambiando el mercado de los soportes sonoros desde 1973 al 2012. Cómo el LP pierde terreno frente al cassette, el cassette frente al CD y el CD frente a las bajadas legales de música.
Y en algunos casos, parece que Billboard tiene décadas temáticas en lo que es a "obsesionarse" con alguna tendencia. Los rankings principales, de las decenas que tiene su publicación, son el famoso HOT 100, que nació en 1958 tras la fusión de tres de sus rankings de canciones populares, el Billboard 200, con los álbumes más vendidos y ahora, el Social 50 para los artistas.
Entre los '50 y los '60, la "obsesión" era por los discos simples. En los '70 y '80, por los albumes. En los '90, los parámetros de popularidad cambiaron completamente tras la llegada del compact disc, la rotación masiva de videos musicales en los canales especializados de TV por cable y la gente, que compraba discos como nunca pensando que en el 2000 se acababa el mundo, pareciera. En esa década "One sweet day" de Boyz II Men y Mariah Carey, los más exitosos de toda la historia del Hot 100 llegaron a estar 16 semanas en el #1, algo que ningun artista pudo alcanzar hasta el momento.
Pero el nuevo milenio llegó y con él, otra nueva tendencia. De repente el Hot 100 se inundó literalmente de artistas de R&B y de hip-hop, de "Morocho 1 featuring Morocho 2". Esto ocurrió tras el pedido expreso de la mayoría de las compañías discográficas que publicaban esos discos y vendían como para 20 años, más sabiendo que el publico "negro" define cualquier tendencia musical, siendo gran mayoría en el país del norte.
Eso hizo que el Hot 100 se tornara tremendamente previsible. De repente un denso hiphopero como Snoop Dogg estaba 5 semanas en el número uno, aunque algo se compensaba con Usher, el artista moreno más vendedor y difundido de la década pasada, cantando en lugar de rapear slang del Bronx.
Y lo de la previsibilidad ya lo anticiparon los realizadores del ranking musical más famoso del mundo: el American Top 40, que durante mas de 25 años transmitía el Hot 100 en asociación con Billboard (obviamente que por su nombre, te pasaban los 40 primeros). Antes de terminar el milenio pasado, ese "romance" se desvaneció y es hasta el día de hoy que el AT40 es un programa musical y chart independiente de toda publicación semanal, definiendo sus puestos por los "airplay" de sus emisoras afiliadas y los pedidos de la gente. A fines de los '80 los argentinos lo escuchábamos cada domingo en la FM Rock & Pop, mucho antes de ser una radio solamente de rock.
Ahora, en esta década, la nueva tendencia/obsesión de Billboard es Internet. Si bien desde el '95 que el mundo está conectado a la red de redes, recién ahora se pueden tomar tendencias de vistas de un video o de bajadas de música instantáneamente. Y eso hizo que la centenaria revista una vez más cambie sus parámetros de medición de popularidad en una canción. Puede que no venda tantos discos, pero si la gente mira su video por Youtube, eso es reflejo de que la canción es famosa. Así fue que un coreano llamado Psy, cantando en su idioma original una parodia a los "nuevos ricos" de un barrio del centro de Seúl, llamado Gangnam, arañe el #2 en el Hot 100, después de haber tenido más de 1200 millones de "views" en el famoso portal de videos.
Y aquí vienen algunas respuestas a dudas realmente existenciales sobre cómo observa Billboard los éxitos. El ya mencionado productor Baauer con su Harlem Shake, llegó al #1 directamente gracias a la monetización de su canción en Youtube. La monetización consiste en que te "asociás" con Youtube para garantizar de que tu video se vea o tu canción se escuche. Por cada mil visitas, Youtube te paga, un suponer, 2 dólares. Pero como Harlem Shake no tenía video aún (y tampoco era la intención que lo tuviera ya que no era una canción ni siquiera pensada para hacerla "single" y encima se podía bajar gratis de Soundcloud), empezó a hacerse viral por un video graciosamente ridículo de un grupo de amigos disfrazados y bailando frenéticamente haciendo monigotadas. A partir de ese video empezaron a aparecer miles de "exploits" cuyo formato era simple: en la primer parte del tema aparecía uno solo bailando y cuando el tema sube, aparecen cientos mas moviéndose como locos y disfrazados de lo que se les cruzara en el ropero. Al haber monetizado la canción solamente, el "valor" de Harlem Shake se disparó y eso terminó en que directamente entrara en el primer puesto del Hot 100.
Igual, parece ser que Baauer no quería ser recordado por tantos videos payasescos, y ya con el hit instalado, hizo el video "oficial" de su disonante y adictiva canción. A comparación de todos los videos que se hicieron con su tema de banda sonora, éste es una verdadera obra de arte.
Y lo de la ex niña mimada del Disney Channel, Miley Cyrus, sigue siendo algo que solo los que confeccionan el Hot 100 no es un misterio. De estar despidiéndose de los primeros lugares (apenas llegó al #14), pum, aparece en el uno. Si bien esta chica hizo todo lo posible para no pasar desapercibida de una manera que haría esconder en un ropero al pobre de su papá, el cantante country Billie Ray Cyrus (que tuvo su #1 con "Achy breaky heart"), cortándose el pelo a lo punk, pelando ¿lomo? en los premios de MTV, sacando la lengua a cada rato y haciendo uno de los peores videos que se hayan hecho desde hace mucho (así y todo, superó las 130 millones de vistas en Vevo), combinando el llanto al estilo Sinead O Connor en "Nothing compares 2 U" y tomas de ella lamiendo un martillo (!). Todo ese "escándalo" le sirvió, parece, para llegar al #1, algo que los mismos de la Billboard lo anticipaban casi como un deseo y descolocó a sus fans que no se perdían un capítulo de la cándida Hannah Montana y ahora la veían montada en una bola de demolición totalmente en bolainas. Mas allá de todo, "Wrecking ball" es una de las mejores baladas pop que escuché en mucho tiempo.
Este es su audio. ¿El video?, no, ¿para qué?
Esto hace que Billboard, de ser el referente en las tendencias musicales, ahora también sea el templo de lo imprevisible. Y hasta a veces de lo injusto, cuando vemos que Daft Punk con su "Get lucky" no llegó al #1 (iba a ser el primer número uno francés en la historia del Hot 100, quedando por el momento en la lista de países que por una ubre no fueron bovinos, como España, que llegó a estar #2 con "Black is black" de Los Bravos a mitad de los ´60), por tener enfrente a una revelación como Robin Thicke que hizo de "Blurred lines" el tema del verano de este lado del mundo. Además, siguiendo con la actual obsesión "internetiana" de Billboard, un tema de unos comediantes noruegos, llamados Ylvis, que se pregunta en evidente doble sentido inglés "¿cómo hace el zorro?", le bastó ser viral para entrar directamente en el #29 del Hot 100 y seguir subiendo. Lo cual puede llegar a ser una "esperanza" para los creadores de videos musicales que terminan siendo virales pero que a la vez tienen una efímera fama que se tapa con otro video viral. Como decía aquel disco de Los Auténticos Decadentes, cualquiera puede cantar.
Los tiempos cambiaron, pero nadie nos ha sacado las ganas de que los rankings musicales se vuelvan a vivir como si fueran telenovelas o series de suspenso. Algún día puede llegar a volver a suceder.