EL PRECIO DE LA FAMA (al valor de una revista)


Ni él mismo se imaginó la repercusión que iba a tener su trabajo como periodista después de tanto tiempo. Amado por quienes buscan una respuesta más contundente ante el vacío moral y humano de una oposición sin líderes concretos, y la tienen en cada informe que emite todos los domingos en el prime time más caliente de los últimos años. Odiado por quienes decían conocerlo "de chiquito" pero le recriminan cuan pecador en iglesia que se haya "vendido" a un multimedios privado. Algo por demás curioso porque, si uno lo ve por el lado de "venderse", por primera vez en todo este tiempo de trabajar de periodista, es la primera vez que no necesita de armarse una productora para sostener un espacio, ya sea en radio como en TV. Es la primera vez que lo llaman de un medio grande por quien es.

TODO PASA POR LA TELE: el regreso de (algo que nunca se fue como) la investigación periodística.


Ninguno de nosotros puede negar la inmediatez de Internet para informar, pero la masividad de la televisión es realmente impredecible. Ningún simpatizante, militante o fanático del kirchnerismo hubiera sabido cuál es el nombre del CEO del Grupo Clarín si no fuera por el aceitado aparato propagandístico con núcleo en los medios del Estado. Ningún detractor de las políticas gubernamentales le hubiera conocido siquiera la cara al testaferro del mismísimo Vicepresidente argentino de no ser por los informes periodísticos de "la corpo".

AHORA LE TOCÓ: el difícil camino que le espera a Globovisión.



La cara de Leopoldo Castillo, el conductor por mas de diez años de "Aló Ciudadano", el programa de actualidad política creado en respuesta a "Aló Presidente" del fallecido presidente Hugo Chavez en Venezolana de Televisión, el "canal 7" del país caribeño, lo decía todo. Como abatido, como hastiado, aunque siempre guardando la altura y la mesura en cada palabra que decía.

Estaba anunciando el fin de una época para el único canal crítico del régimen chavista que quedaba en pie, pese a todos los intentos de "voltearlo"; desde multas inverosímiles hasta intentos de ocupación de sus estudios por fanáticos del difunto líder "revolucionario".