LA MÚSICA ES INTANGIBLE: a propósito del regreso de Soda Stereo


Yo sé que con esto me meto en una camisa de 22 varas y a veces me canso de aclarar que desde hace tiempo soy cero conflictos en las redes sociales porque casi todos ustedes están medio loquitos (y eso que les gano), pero después de la conmoción que hubo ante la noticia de la vuelta de uno de los grupos más influyentes en la historia de la música en español de las últimas décadas, quisiera dar mi punto de vista.

Todo se dividió entre los asombrados (pronto se les agregará el "gratamente") y los frustrados. Sí, los frustrados. Los que se piensan que el mundo se tiene que detener porque les da tristeza y bronca que se mueva. Los que no tienen un plan B cuando las cosas no funcionan como A (ojo, yo también lo he sido de más chico).

Esos frustrados fueron los que más descargaron su furia en esta ciudad llamada facebook o twitter o como se llame con una frase que es cierta, pero mal usada: "Soda no es lo mismo sin Cerati".

Y no, no es lo mismo. Ya había dejado de ser lo mismo hace años con todas las despedidas que el grupo estaba haciendo. Estábamos en la cómoda de "se enculan y vuelven". Hasta que Gustavo se fue físicamente. Gustavo, el frontman, el que cantaba y componía todas las canciones junto al resto de la banda. Y no es que cada uno, después de separarse, hizo la gran Iracundos o Los Pasteles Verdes y formó su propio Soda Stereo. Charly fue uno de los pioneros en difundir música por internet y luego fue embajador de Apple, Zeta siguió produciendo nuevas bandas y Gustavo amplió su carrera solista que ya se veía venir de culto. El mundo no se detuvo y hubo un plan B en una vida que parecía que todo sería eternamente A.

En menos de dos días he visto desde mucho odio, chistes desubicadamente negros y demasiada burla al respecto de esta buena noticia para los que amamos la música, casi todos en el anonimato que te da las redes. Mucha frustración. Mucha foto de perfil con baterías y guitarras diciendo "siguen robando". Mucho debate inútil. Mucho pavo diciendo que "me sale más barato ver a un grupo tributo". Mucha viuda tardía que vive llorando. A nadie de estos frustrados los vi hacer piquetes por el show de Cirque Du Soleil porque no veían a Gustavo en un trapecio. Cuando se nos fue Luis Alberto Spinetta, no paraban de contar los días "sin el flaco". Posta, en un grupo de rock del face había un loco que hacía eso y estuvo meses enteros.

El texto con el que anunciaron la serie de conciertos para el año que viene (y el que pueden leer en la foto) es precioso y muy aclarativo, pero para un frustrado eso no va a alcanzar nunca. El mundo se tiene que detener y no hay otro plan que no sea el A. No se quejaron porque George Michael, Paul Rodgers y Adam Lambert reemplazaron maravillosamente a Freddie en Queen. No se van a quejar porque Paul y Ringo van a versionar un tema que John le hizo a Yoko, la que al final no era la causa de que los Beatles no existan más.

Pero dejemos de dar entidad a gente que vive llorando y no crece, como decía Miguel Abuelo. Y no hablo de luto o de pérdidas. Todos debemos aprender a convivir con lo que ya no está y, como homenaje a ello, seguir viviendo. Lo lindo de la música es que es lo suficientemente intangible como para perdurar aunque no estemos. Estando acá lejos del barrio de Núñez, donde nacieron como grupo, les aseguro que vivo en carne propia la devoción que hay por Soda Stereo, donde muchos grupos y solistas confiesan abiertamente empezado en la música gracias a la influencia que ellos dejaron.

Es cierto. Los Soda no son lo mismo sin Gustavo. Pero ninguno de nosotros hubiéramos sido lo mismo sin los Soda.