Pero bueno, este no es el lugar para debatir lo que apenas humildemente sabemos. Este es un lugar para hablar de medios.
Y les cuento que este país empezó a tener un sacudón bastante grande en ellos desde principios del año pasado, cuando el Instituto Federal de Telecomunicaciones abrió el juego para dos licenciatarias más de televisión abierta, algo inédito en décadas. Ganaron Grupo Radiocentro y Grupo Imagen. El primero, quien tiene las radios más escuchadas del país, se bajó a los dos meses porque el dinero que había pedido para cubrir la licencia no le llegó. De hecho, las licencias que ahora son de TV Azteca y antes eran de la estatal Imevisión, pertenecian a Radiocentro que las perdió a fines de los '60s por falta de fondos (hablame de deja vus). Fue así que todos pensábamos que lo de los nuevos canales era un bluff y todo iba a seguir siendo territorio de Televisa y Azteca (descontando los canales públicos y algunos por internet). Hasta que el grupo que quedaba en esa convocatoria de licencias, Imagen, que tiene al centenario diario Excelsior y un grupo de estaciones radiales, da de baja Cadenatres, el canal 28 del ex-aire, para dar paso a Excelsior TV, un canal de noticias que ya estaba transmitiendo por cable.
Cadenatres era, como habíamos dicho en este blog antes, una verdadera bocanada de aire fresco frente a las obvias estructuras de programación de los dos gigantes de los medios televisivos. Lo que le jugaba en contra era su presupuesto, muy acotado para ser un canal de TV que hasta superaba en audiencia a Proyecto 40, el canal cultural de Azteca, hoy transformado en un canal de noticias llamado ADN 40. Así y todo, los programas del 28 eran muy originales, desfachatados, contenían novelas coproducidas por Argos (Mirada de Mujer, La vida en el espejo) que rompían todo molde del género casi a pisotones. Pero la discontinuidad del canal tenía su razón: el Grupo Imagen ganó una de las licencias y decidieron "reconstruír" su canal de variedades para relanzarlo unos meses después en la frecuencia digital nacional 3.1. A diferencia de Cadenatres, que era un canal "local" de la Ciudad de México y el conurbano, el nuevo canal se ve en todo el país en el mismo número del dial televisivo, que entró de lleno en la era digital apagando todos los transmisores de aire análogo de todo México a mediados de diciembre de 2015.
Y el día llegó. Después de varios amagues, la tercer cadena televisiva del país, la primera en muchos años, comenzó sus transmisiones justo el día que la TV argentina cumplía 65 años de su nacimiento, un 17 de octubre. Tras un mes de anticipos tanto televisivos como gráficos, nace Imagen Televisión, que no es más ni menos que la evolución de Cadenatres, solo que en versión nacional y con un presupuesto diez veces más grande que el extinto canal. Twitter sirvió para que se pueda ver el arranque del canal en vivo desde el flamante edificio del grupo, ya dejando la histórica esquina de Paseo de la Reforma y Bucareli, pleno centro de la Ciudad de México, donde por décadas fue la redacción del mencionado Excelsior.
Los escépticos de siempre se sintieron defraudados al minuto de comenzar Imagen Televisión porque arrancaron transmisiones a las 8 de la noche con una novela llamada "Vuelve temprano", la telenovela chilena en su versión mexicana. Seguramente pensando que iba a haber un programa de debate cultural o una final de la Champions así de golpe, lo primero que dijeron fue "otro canal más". Hasta que se deben haber dado cuenta mientras marcaban mutis por el foro que Imagen no eran dos novelas que, además, estaban producidas por el mismo canal, asegurando el trabajo local, sino que también arrancaban los noticieros, los humorísticos, más formatos... Todos recordando la impronta que dejó el fenecido Cadenatres. Sin dudas, Imagen no llegó para ser un Azteca mediano o un Televisa chico. Y eso se notó cuando el ex "duopolio" televisivo reaccionó ante la llegada de un competidor de peso.
Dicen que el miedo no es zonzo. Y por más que tengas el canal históricamente más visto de tu país, cuando viene algo innovador, no te queda otra que adaptarte. Y eso fue lo que pasó con Televisa, que desde hace tiempo viene sucumbiendo con las nuevas formas de transmitir entretenimiento. No alcanzó con imitar a Netflix creando Blim, una plataforma paga de series y películas que no llega ni por asomo al gigante de internet que supo voltear al mismísimo Blockbuster, ese que años atrás le hizo cerrar todos los Videocentro del país.
Y los cambios se hicieron notar con prisa pero sin pausa. En El Canal de las Estrellas jubilaron a sus dos presentadores de noticias más longevos, Joaquín Lopez Doriga y Lolita Ayala, para dar paso a una nueva generación de periodistas que ya era tiempo que estén al frente de los envíos, tras estar en programas de informes especiales o en Foro TV, el canal de noticias del grupo. La escandalosa Laura Bozzo también fue eyectada de las tardes del canal a fines de 2015, siendo reemplazada por un programa de chimentos. El populachero programa "Sabadazo" también bajó las cortinas (meses antes lo hizo el histórico Chabelo). Las telenovelas le daban lentamente paso a las series dramáticas, tan de moda justamente por Netflix. Y el canal recorta su nombre (ahora es "Las Estrellas") mientras estrena un logo que se pasa de minimalista.
En fútbol hay un apotegma que dice que "equipo que juega bien, no se toca". Ahora, ¿por qué tantos cambios en un canal que nunca dejó de estar primero en audiencia desde principios de este siglo? En primer lugar está casi sobreentendido que Televisa ya dejó de ser el monstruo de los medios que era, sucumbido precisamente por los cambios de hábito en el entretenimiento. Ya no vemos tanta tele y si más Youtube. Ya no bajamos películas de Taringa y sí las vemos en Netflix por una cuota mensual bastante accesible (o en la casa de alguien conocido que lo tenga). Ya los amigos de nuestros amigos no compran revistas indecentes y se meten a Xvideos. En fin, los paradigmas han cambiado muchísimo desde que Internet se popularizó. Y para que el cambio del canal 2 de aquí sea algo más que maquillaje y enrocar los locutores de los avances de uno a otro canal (el histórico locutor de XEW-TV pasó al canal 9, a Gala TV y el de Gala TV pasó a XEW-TV). Así aparecieron producciones originales del grupo que no eran la simple novelita rosa que el país se paralizaba para verla. El último caso (y que terminó siendo un fracaso en la óptica de éxitos de Televisa) fue "Hasta el fin del mundo", que estaba en el prime time, pero le ganaba por lejos la novela que estaba una hora antes que ella, "Mi corazón es tuyo", que era más telecomedia familiar que un dramón para el público femenino.
Lo más destacado en estas nuevas producciones es su factura. Usaron el método de Pol-Ka en Argentina para tratar la imagen como si fuera una película, con un leve strobo en las secuencias, cuidando además muchísimo la iluminación y las actuaciones. Eso se vio en "Mujeres de negro" y "La candidata", envíos que no se encasillan en el género de telenovela, pasando directo a ser series de drama o policiales, como la citada "Vuelve temprano" y "Perseguidos", de Imagen, ésta última sufriendo un cambio de nombre a último momento, ya que "El capo", nombre original de la serie colombiana basada en este envío local, refería fuertemente a lo que es el personaje que hace el actor Mauricio Islas, un narco que escapa de la ley, en una tendencia que hace años no deja dormir a los televidentes: las series basadas en la historia de delincuentes narcotraficantes, como "Pablo Escobar: el patrón del mal", "La reina del sur", "El señor de los cielos" o "Rosario Tijeras", la narcoserie de Azteca que hizo quitarle a Televisa por largo rato el primer lugar en audiencia, algo que no sucedía desde hace más de 15 años.
Digamos que la llegada de la tercer cadena nacional de televisión al país terminó levantando más la vara de la calidad y ya no alcanza con poner a una parejita photoshopeada sufriendo por amor. A la gente, si le vendés calidad, la termina consumiendo, por más que sea un drama como Downton Abbey o una serie que cuenta la historia de delincuentes, como pasó en Argentina con Okupas, la serie que le dio más premios a la televisión estatal en los últimos 20 años.
EL AGUA Y EL PUENTE
Ya pasaron doce meses del nacimiento de Imagen Televisión y mucho empezó a cambiar. No sólo que ahora se licitaron frecuencias para dos empresas de medios más, Telsusa (del mismo grupo del Canal 9 argentino, dirigido por Remigio Gonzalez, el famoso "fantasma") y, adivinen quién: Grupo Radiocentro. Parece que ahora sí consiguieron el crédito y cada uno de estos grupos tiene en sus manos alrededor de 20 nuevas frecuencias televisivas en todo el país. Y todavía falta digitalizar las frecuencias de radio, pero para eso falta mucho. Apenas Noruega apagó todas sus FMs para convertirlas a digital como la tele.
Lo que sí es que, a partir de todos estos cambios que se suscitaron a partir de la reforma telecom en México, el público se desamorrodó un poco. No mucho, ya que el ex canal de Las Estrellas sigue teniendo un poco más de la mitad del encendido nacional con sus telenovelas chorizo y sus noticieros nocturnos. Pero es sólo ir por alguna calle principal de algún municipio del Estado de México y ver que no todos los televisores están en el ex canal 2 análogo, donde en la segunda mitad de la tarde las telenovelas brillan por su presencia. Lo comprobé con sólo caminar 20 minutos. Todos los aparatos estaban encendidos en Azteca Trece, el casi eterno segundo en audiencia, en el reality diario Enamorándonos. Este programa, que sigue la tradición de los shows busca-parejas como 12 Corazones o como en Argentina lo fueron Atraídos o Yo me quiero casar... ¿y usted?, logró lo que pocos en todo este tiempo: liderar la audiencia de las tardes sin ser una telenovela. Como que los televidentes mexicanos, al menos en los horarios vespertinos, dejaron de estar frente a la pantalla y hacer que esta sea una compañía más, como si fuera una radio, ya que Enamorándonos (cuya conductora, Carmen Muñóz, demuestra su versatilidad de estar en un programa así y por las mañanas en uno de debate y conversaciones para el cultural Canal Once) no es un programa para prestarle atención de punta a punta. Hay conflictos al estilo del Bailando por un Sueño argentino, hay personajes entre los participantes que logran empatía con cierto público... La cosa es que Enamorándonos se convirtió en una revelación de audiencia, entre las telenovelas turcas de Imagen y las eternas de Televisa. Después de muchos años, México tiene qué elegir en televisión abierta a la hora del mate. Bueno, del mate no, del cafecito vespertino.
Aquí les dejamos uno de los tantos momentos bizarros de este programa, con el stripper argentino Juan Carlos, a quien le quieren hacer gancho nada más ni nada menos que con La Tigresa de Oriente.
Igual, si están leyendo esto en otro país, no se asusten. Como ya les había comentado una vez, México es un país muy grande y su oferta televisiva ya era sustanciosa, incluso antes de la llegada de la TV digital. La oferta de canales privados es igual a la de los canales públicos y los regionales en el interior del país. De hecho, la Ciudad de México tiene muchos más canales públicos que otros estados. Allí se puede ver Una Voz Con Todos, Capital 21, TV Unam o los clásicos Canal Once y Canal 22 en sus dos versiones.
Hablando de TV Azteca y su repunte considerable de audiencia (y muy fuerte en anunciantes), la nueva dirección del grupo decidió crear, además del restyling del canal cultural Proyecto 40 a uno de noticias como ADN 40, una nueva señal regional: A+ (léase "amas"), que reemplazó al poco visto AzNoticias. Este nuevo canal es de variedades, algunos refritos de programas generados en la Ciudad de México, clásicos del cine y, de a poco, programación local, ya que A+ tiene una versión para cada estado de la república mexicana. Por ejemplo, el noticiero de la señal en el Estado de México no es el mismo que el de San Luis Potosí o Monterrey. Un proyecto bastante ambicioso, sabiendo que Azteca tiene una sucursal de sus señales en cada estado pero no un canal que los unifique, algo que sí hace Televisa en algunos estados con la marca Gala TV desde hace un tiempo.
Aquí les dejamos el video de presentación de A+.
Lo que sí es que, a partir de todos estos cambios, lo que aún no se niega es a desaparecer los números de los nombres de los canales. A excepción de Foro TV o Gala TV, muchos canales tienen su número de su vieja denominación análoga, como Azteca 7, Canal 5 o ADN 40. En el caso de Azteca Trece, ya es obsoleto nombrarlo por el número ya que se mudó a la frecuencia 1.1 de la TV digital. ¿Y qué hicieron? Lo cambiaron a Azteca Uno, tras más de veinte años de conocerse con esas dos palabras.
Una opinión: ¿no hubiera sido mejor sacarle el Trece y nombrarlo Azteca a secas? Es cierto que es muy difícil sacar de la mente un nombre tan arraigado, pero si Canal 11 en Buenos Aires pudo hacerlo con Telefé (de hecho, este es el año donde el nombre Telefé cumple la mitad de existencia que su frecuencia original: LS 84 TV Canal 11) o el Canal 2 de la ciudad bonaerense de La Plata, llamado América desde 1992, todo es posible con un buen trabajo de marketing y desarrollo de marca.
Parafraseando al recordado Victor Sueyro, esto recién empezó.
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