SI QUEREMOS LLORAR, LLOREMOS: ese placer culpable que eran los talk shows

(ACTUALIZADO Octubre 2021. Advertencia: contiene videos de extremada vergüenza ajena)



La televisión es entretenimiento. O entretención, como dicen en Chile. De eso no hay ni la más mínima duda. Incluso está la teoría tan rápidamente llevada a la práctica que hasta el tema más profundo, según cómo se lo trate, puede llegar a ser lo más entretenido que alguien haya visto jamás. Eso fue cuando el género del "talk show", o show de la charla en su inglés original, empezó a tener su explosión mundial a fines de los '80.

El talk show nació a mediados de los '50 en Estados Unidos, más como los programas ómnibus que hemos conocido en nuestra región a principios de los '60, como los "Sábados circulares" de Pipo Mancera en Argentina o "Sábado gigante" del chileno Don Francisco, que hace muy poco cerró las cortinas del envío después de más de cuatro décadas casi ininterrumpidas de estar en el aire. Igualmente, nadie en el mundo superó el récord de "The late night show" de la NBC, que desde 1954 a la fecha sigue saliendo por los canales de la cadena.

Como casi todos los géneros televisivos, el talk show tuvo su evolución (o involución, según como se mire) con el transcurso de los años. De ser una jocosa charla de entrevistador y entrevistado (algo que aún sigue en los programas del prime time) pasó a tener diferentes tópicos referentes a la condición humana y a problemáticas sociales serias y sensibles. El tema pasa por cómo se trata cada tema. Una cosa es hacer un debate sesudo de, por ejemplo, los padres castradores. Y otra, muy distinta, es traer a un padre castrador a confrontarse fuertemente con su hija, por ejemplo. Ese último camino fue el que tomó en su gran mayoría el talk show de prácticamente el mundo entero y, más específicamente, la televisión privada y comercial.

Si bien el pionero del género a fines de los '60 fue Phil Donahue, que en Argentina lo conocimos por los especiales de ciencia que pasaba La Aventura del Hombre, ya en el país del norte empezaron a emerger a mediados de los '80 los talk shows así como los conocemos ahora. Uno de los más populares fue el de Oprah Winfrey, que durante 25 años fue más un magazine que un talk show en sí, al estilo del show de Ellen De Generes, la presentadora de los Oscar que impuso el término "selfie" con la foto más retuiteada de la historia durante los Oscars. Oprah, muy querida por sus seguidores, montó un imperio multimedia que tiene hasta un canal de TV propio: OWN (Oprah Winfrey Network. "Own" también quiere decir "propio, de uno"). Lejos de cualquier escándalo o golpe bajo, Oprah sorprendía a sus televidentes con sus entrevistas a las más rutilantes estrellas de Hollywood y hasta una vez, iniciando su temporada en 2004, le regaló a cada uno del público, un auto Pontiac.

En este video se recopila el tenso debate entre activistas skinheads con la conductora y su reencuentro 23 años después, tras estar varios años en la cárcel y arrepentidos de su racismo.



Pero no todos eran Oprah y sus caminos andados terminaban siempre mordiendo la banquina. Todo sea por el rating seguro que, en muchas ocasiones, no te da seguros anunciantes en tu espacio. Así fue como terminó siendo "The Jerry Springer Show", conducido desde 1991 por un ex político, abogado y presentador de noticias que arrancó haciendo un talk show serio, con invitados importantes de la política estadounidense y alguna que otra historia de vida, como el reencuentro de familiares. Hasta que un día hubo un acalorado debate entre dos fundamentalistas que terminó en una pelea muy fuerte. Al volver del corte, Jerry pidió disculpas a los televidentes, pero eso encendió la mecha. Todos hablaban del incidente y el rating subió. A partir de ese momento, el programa comenzó paulatinamente un camino sin retorno. Se cambió al productor por uno más de espectáculos y lentamente, durante todo 1994, se empezó a reemplazar a la gente adulta del público por chicos de universidad y prepa. A partir de su cuarta temporada los temas a tratar ya eran más escabrosos y muy tabú, el público se tornó más desaforado coreando el nombre del conductor y, por ser temas sensibles, las escenas violentas salían casi naturales. Ese redudantemente violento golpe de timón terminó siendo un éxito de audiencia tan grande que, además de generar un merchandising externo increíble comenzando con VHSs que sólo se compraban en los "llame ya" y contenían los shows sin ninguna censura (sí, tambien se pueden ver algunos en Youtube) llamados "Too hot for TV" (otra moda que traspasó las décadas con eso de "lo que no se puede ver en televisión"), superó en su momento al mismísimo talk show de Oprah y sigue siendo la marca registrada del programa que hasta el 2018 se emitió a través de los canales de las cadenas FOX y CW en Estados Unidos. Ya sin el boom de aquella década, el programa dejó de producirse después de 27 temporadas. Hoy, tras haber confesado que ya no quería seguir más con su talk show, Jerry fue convencido para seguir en pantalla y ahora es el "Judge Jerry". Aprovechando su título de abogado, conduce un programa donde es juez en situaciones al estilo "Caso Cerrado", el programa de Ana María Polo que desde el 2001 resuelve litigios de la más variada índole en la pantalla estadounidense de Telemundo. Este formato de talk shows "judiciales" es el de moda en las pantallas de USA y casi todos se pueden ver en Nosey ("curioso" o "chusma" en inglés), la plataforma on demand gratuita que permite ver casi todas las temporadas, actuales y anteriores, de los principales padrinos y madrinas del género televisivo, además de realitys. Está en inglés, pero en Pluto TV ya pusieron un par de canales con todo su contenido y en Youtube está todo ese material con opción de subtitulado.

Fíjense cómo eran los primeros programas de Jerry Springer, a puro debate, corbata noventera y emoción.



Hoy, de ese show sólo quedó el conductor y el nombre. A partir de 1994, cuando cambió su productor, todo lo que se ve es bastante parecido a lo que se muestra en este fragmento de sus últimas temporadas. Personajes bizarros, familias disfuncionales, peleas de puño con gong de boxeo incluído, la gente vociferando "¡Jerry, Jerry!" como si Jerry estuviera peleando... Es realmente increíble que un programa de esta naturaleza haya durando tanto tiempo al aire. Y no sólo porque existe un público ávido de morbo que lo consuma. Tal vez porque le deben perdonar a don Jerry el haber empezado en este género siendo un talk show normal.



Además es realmente asombroso cómo una idea televisiva termina cambiando con el transcurso de los años. No nos olvidemos que "Showmatch", ese parafernálico show de Marcelo Tinelli, empezó en 1989 siendo un sencillo programa de deportes a la medianoche llamado "Videomatch", hasta que los bloopers, las bromas y, precisamente, el show, terminaron dándole más audiencia que los videos deportivos.

Y un poco tiempo antes de que Springer se anime a salir del escritorio de presentador de noticias, uno de los talk shows más representativos del género fue el de Geraldo Rivera, que hemos visto a través del cable en el canal colombiano. Se podría considerar como el primer talk show donde hubo una pelea fuerte en el estudio. A Geraldo no se le ocurrió mejor idea que hacer que debatan un grupo de racistas blancos y activistas afroamericanos y judíos. Geraldo, obviamente, estaba en contra de los reaccionarios de raza blanca (de hecho, varias veces les paró el carro a los invitados y casi hubo un juego de manos entre conductor y activista). El incidente, que arrancó cuando el rubio de camisa blanca le dijo "Tío Tom" al pastor afroamericano (en referencia a la historia de esclavos del libro La cabaña del Tío Tom, de Enriqueta Stowe) fue comentado por todo el país y el conductor del programa terminó con la nariz rota de un sillazo. También cobró él, como verán en este video.



Cuando dejó los talk shows, Geraldo, que también se hizo famoso mundialmente por dinamitar las paredes de la bóveda de Al Capone, transmitirlo en vivo al mundo y no encontrar nada ahí, siguió en la tele y cada tanto aparece en Fox News como comentarista de noticias y en algún que otro reality como El Aprendiz, del electo presidente Donald Trump, o en Dancing with the Stars, el Bailando estadounidense.

Del otro lado del océano tenemos a Jeremy Kyle, la estrella de los talk shows en la cadena privada ITV durante 14 años. También en el estilo de confrontar a unas personas con otras, el inglés se diferenciaba por sentarse al borde del escenario para entrevistar a los incautos protagonistas de las historias. A diferencia de Springer, Kyle no se esconde entre el público y está cerca de la discusión como para poner algo de paños fríos o mucho de leña al fuego. Tanto Jeremy Kyle como Jerry Springer "intercambiaron figuritas" e hicieron especiales de sus programas en uno y otro lado del océano durante la década pasada.



Pero un día, todo se fue de las manos cuando un invitado confrontó a otro por ser el amante de su esposa y le pegó un topetazo que lo dejó sangrando. Esta escena (la cual les recomiendo discreción porque es fuerte) nunca salió al aire, pero fue muy comentada en toda la isla británica.



Si bien el programa esquivó como pudo las controversias, el rating lentamente fue dejándolo de lado, con un público que ya se sabía de memoria lo que podía pasar en el show. La gota que rebalsó el vaso fue la fallida prueba en el polígrafo a Steve Dymonds, un participante de 63 años que hizo tambalear la credibilidad de su relación sentimental con su, en ese momento, novia. Una semana después, Steve se quita la vida y el programa se cancela de manera definitiva, apenas un mes y medio de comenzar su nueva temporada, también atendiendo el pedido de autoridades y congresistas del Reino Unido. Todos los videos del Jeremy Kyle Show fueron borrados de la plataforma de ITV y actualmente, quien fue conductor de su propio show, tiene otro, pero en una radio por Internet, donde aborda temas de actualidad y superando una aguda crisis de salud tras la cancelación del programa. Este es el video en el que el noticiero de esa cadena de TV inglesa anunciaba el final definitivo del talk show. Si bien se preparó un piloto con otro programa conducido por él, algunos meses después del fin del show original, la idea no prosperó. Todo va a estar muy fresco por mucho tiempo.



Y hablando de nuevo del ex político devenido en conductor de talk show, éste tenía como jefe de seguridad y guardaespaldas a Steve Wilkos, quien fue un Marine y oficial de la policía. Tiempo después, el carisma del guarura se transformó en ¡su propio talk show! diferenciándose de su ex jefe Jerry en la manera de comunicarse con los protagonistas de las historias, sin la obviedad explícita de no hablar y que se maten a trompadas. Wilkos es un poco más mediador. Un poco. Es grandote, no como Springer que cuando se armaba cachengue se escondía entre la gente. El show fue un éxito en sus comienzos, sigue distribuyéndose igual que el de su ex patrón y el de Maury Povich (famoso por sus tests de ADN), y usa el método del polígrafo para detectar falsas (o verdaderas) declaraciones de los protagonistas. En este video van a ver unas cuántas reacciones tras los resultados del "lie detector". Por si no quieren matarse pensando los resultados, cuando el conductor dice "he/she did not tell the truth" es porque es mentira y ahí se arma lío.



Hablando del doctor Maury, en este fragmento vemos cómo una mujer llamada Marisol va por su prueba de ADN número ¡¡16!! buscando los padres de sus hijos.



Uno de los primeros talk shows que se vio por cable en nuestra región fue el de la actriz Ricki Lake, a través del canal Sony a mediados de los '90. Para ese entonces era la "gordita" que apareció en la comedia musical "Hairspray". El programa arrancó en 1993 y terminó en 2004. Ricki siguió dedicándose a la actuación teatral después de conducir su propio talk show.



En 1995 otro de los tantos talk shows que había en la pantalla estadounidense, el de Jenny Jones, entró en una controversia muy fuerte cuando en uno de sus programas un hombre confesó estar enamorado de otro. Hasta ese momento, el declarado lo tomó con humor, pero tres días después, lo mató en su casa. Esa edición del programa nunca salió al aire oficialmente, pero fue emitido por el canal Court TV, en ese tiempo especializado en juicios y casos policiales, algo como ahora lo es Investigation Discovery, en el momento de las audiencias por el asesinato. La familia de la víctima ganó un juicio a la productora del programa por 25 millones de dólares, pero el pedido fue apelado y se desestimó, debido a que los responsables del programa no lo eran de lo que son sus invitados fuera del ámbito del show, algo que casi siempre te hacen firmar al aparecer frente a cámaras.



Durante casi cuatro años Filipinas tuvo sus talk shows locales como "Personalan" y "Face to face". Todo lo que tiene un programa de este tipo con la idiosincrasia de un país que mezcla tres idiomas en uno solo. En "Face to face" la confrontación tiene tres mediadores: una asistente social, una abogada y un reverendo. Al hombre de Dios lo dejan para lo último ya que con sus palabras conciliadoras mas el pianito de fondo que siempre ponen para aplacar ánimos exaltados, ayuda a que el programa finalice casi siempre con los dos contrincantes abrazados y pidiéndose disculpas.



Ahora, ¿qué onda con nuestros talk shows? Es decir, los de nuestra región iberoamericana. Empezaron a salir casi a la par o unos pocos años después que los de lengua anglosajona. El pionero fue el de Cristina Saralegui, una periodista portorriqueña que desde Miami "tradujo" casi todas las mañas de los talk shows más vistos en inglés. Mientras que Jeremy Kyle y Steve Wilkos usan el "detector de mentiras" para generar controversia, Cristina fue más lejos y usó test de VIH. No hay subidos de esos momentos en las redes (salvo un editadísimo fragmento en el difunto programa Duro de Domar), pero está este fragmento de un programa donde presentan a "chicas malas". Algo que en los lejanos '90 era demasiado transgresor.



Es algo muy loco con lo que pasaba y sigue pasando en los talk shows con respecto a qué censurar y qué no. Volviendo a Jerry Springer, en pleno fragor de la pelea se le ponen "bleeps" a los insultos, se borronean partes pudendas y la cámara enfoca a otro lado cuando dos chicas se besan. Los golpes de puño, como ya dije, la marca registrada de Springer, se ven en "living color", como el viejo slogan de la NBC, la cadena que vio nacer ese show y que hasta su final en 2018 se distribuía a otras cadenas más pequeñas.

Justamente desde la cuna de los talk shows nace el más polémico de todos los de habla hispana en ese país: "José Luis sin censura". Una copia bastante descarada e incluso más atrevida del circo de Jerry Springer, incluídos su logo, su escenario, el baldazo de agua desde el techo y la gente coreando el nombre del conductor, el también productor José Luis González, que tiempo después sólo se limitó a ser productor de programas con un perfil bajo. Tal como su nombre lo indica, el programa casi no tenía censura, las puteadas en mexicano brotaban por doquier y sólo "blureaban" las partes íntimas si se escapaban en pleno fragor de la batalla. Muchas entidades de protección a la familia y de activismo por la libertad de género pidieron a la cadena Estrella TV (la tercera de habla hispana en EE.UU.) que levante el programa, pero al ver que los del canal no les hacían mucho caso, fueron a la fuente que alimentaba todo: sus anunciantes. De a poco se fueron yendo casi todos ellos, más que nada las empresas grandes, y el programa se levantó tras diez años de estar en el aire.

Les dejo este momento de absoluta pena ajena televisiva. ¡Hasta alambrado tipo gallinero tenía este show! Al menos la tribuna era original en sus cánticos.



Y una "discípula" de Cristina, empezando por el look, resultó ser la peruana Laura Bozzo, una de las últimas "divas" de los talk shows latinos, que arrancó en su país como panelista de programas periodísticos y se abrazó al género de la manera más extrema. Algo así como una Jerry Springer femenina, pero más enérgica y gritona. Sus programas, que nunca terminaron de aterrizar en Argentina (cosa que sí pasó con Cristina), tuvieron mucho éxito en México a través del canal 9 de Televisa (luego llamado Galavisión y posteriormente Gala TV, el canal de "oferta" que tiene el grupo multimedia, donde también se pasaba "Duro y directo", un programa "periodístico" que recorría los barrios mexicanos para ubicar las peores peleas vecinales y famliares). Basta con buscar en Youtube para ver la violencia que tenían sus contenidos. Cuando fue echada de su Perú natal por su simpatía con Alberto Fujimori, el presidente que se inventó un autogolpe para justificar represión y corrupción masiva, terminó parando en Miami para luego recalar en México.

Y ahí empezó su "estate quieto", como dicen aquí. Podía volver a la televisión siempre y cuando se modere al máximo el lenguaje (sus envíos en un principio iban en vivo) y no haya escenas de pugilato. Incluso si había forcejeos o intención, la cámara debía enfocar a otro lado. Lo único que le quedaba a la "señorita Laura" era su agresivo carisma hacia sus invitados antagónicos, a los que llamaba "desgraciados" y sus notas en exteriores ayudando a comedores u orfanatos con el nombre de "Laura en acción". Ya, sin escenas de violencia explícita y sin que alcancen los regaños que le hacía a su producción durante el programa (algo que, a mi entender es de una falta de profesionalidad enorme. Si le llamás la atención a tu equipo, que sea de puertas para adentro y con respeto porque son laburantes como uno), el programa había perdido toda "gracia" y en plena época de internet y memes, le dieron por todos los rincones a la conductora que por ese entonces estaba en pareja con Cristian Zuarez, ex vocalista del grupo bailantero argentino Complot, que le compuso las canciones de su programa, muchas con ritmo cuartetero. Incluso intentó hacer un canal de Youtube propio, pero ante el incesante trolleo por parte de los internautas, cerró ese canal ¡¡a los dos días!! Hoy no tiene pantalla en ninguna televisora y solo el canal de Youtube que Televisa le armó con fragmentos de su programa vespertino está vivo sin actualizarse desde que se canceló su show. Cada tanto aparece en algún programa chimentero amigo de ella, amenazando volver a las pantallas, cosa que hizo pero en Unicable, el canal de Televisa donde hizo una temporada de "Laura sin censura". Allí se despacha con todo, aprovechando la libertad de lenguaje que permite la TV paga.

Pero quedémonos con este loco momento de "Laura de todos", su primer programa en tierras mexicanas, más precisamente en TV Azteca, que lo reemplazó apenas un año después (y yéndose de ahí la peruana en medio de un escándalo, como nos tiene acostumbrados) por la segunda época de "Cosas de la Vida", conducido por la periodista Rocío Sanchez Azuara, que también arrancó como un Jerry Springer "light" con la multitud gritando "Ro-cí-o!", pero en sus últimas emisiones, a fines del 2015, terminó siendo más talk que show. Cabe recordar que Sánchez Azuara empezó como presentadora de noticias en los canales de la cadena y a fines de siglo condujo "Ciudad desnuda", un noticiero sensacionalista que fue la competencia de "Duro y directo" y "Fuera de la ley" de Televisa, donde mostraban peleas vecinales, fantasmas por las noches y notas a borrachines en la calle.



En México, antes del desembarco de la "señorita Laura", Televisa se prendió en la moda de los talk shows en el 2000 con "Hasta en las mejores familias", conducido por la histórica y polifacética actriz Carmen Salinas (y decimos bien lo de polifacética porque en la tele pasó de ser primera actriz en telenovelas hasta opinóloga en noticieros, pasando por cargos en política y bizarra imagen publicitaria de unas muy famosas galletitas), quien a fines de 2021 dejó de estar entre nosotros. El programa, además de ser muy paródico del formato, tenía la impronta de Doña Carmen, hablándole a los protagonistas de los casos casi como si fuera su vecina o la mamá de ellos. También tenían sus "guaruras" con sus nombres en sus remeras negras, un panel de "especialistas" muy loco y hasta efectos sonoros de dibujitos animados cuando se armaba escándalo. El ciclo apenas duró ese solo año, primero en el Canal de las Estrellas y después pasándose al frío en audiencia canal 9, antes de llamarse Galavisión por muchos años (hoy volvió a llamarse por su número, con el curioso nombre de NU9VE).



Por el lado de Brasil tenemos, a través del populachero canal SBT, creador de programas sensacionalistas como "Aquí Agora", donde nuestro "Nuevediario" le copió hasta su cortina musical, algunos que otros talk shows. Quien más se destacó en los '90 fue "Márcia", un programa que apenas duró una temporada y había "brigas" de todo tipo. Además, por lo que vemos en este video, se les iba el presupuesto en micrófonos corbateros después de cada "parada de manos" de los protagonistas.

 

El programa, que fue reemplazado a fines de la primer década de ese siglo por el "Programa do Ratinho" con un tono más humorístico, volvió diez años después a la cadena Bandeirantes, pero ya en un formato más de debate y testimonios de vida. Hoy sigue existiendo el género a través del programa "Casos de familia", homónimo del que se emite en Estados Unidos por Univisión. Como verán, el formato trasciende los idiomas y, aunque hay discusiones a voz en cuello, las peleas se contienen bastante más. O al menos no se muestran en primer plano.



Y como ya lo planteé unos párrafos más atrás, cuando se tratan temas extremos, y por más consentimiento y "armado" que haya en un programa de TV (porque, al fin y al cabo, es eso), las cosas se van de las manos muy mal. España, que empezó a generar lo que ellos llaman "telebasura" a partir de la "prensa rosa", es decir, chimentos de la farándula, los mediáticos y la realeza con programas como "Sálvame" y "Vuélveme loca", tuvo en "El diario de Patricia" (hoy llamado solamente "El diario") un fuerte exponente que en el 2007 desató una tremenda polémica por este caso que van a ver. El novio intentando reconciliarse con la novia, que días después termina siendo asesinada por su propio novio. Este es el video y aquí está la nota del diario El País sobre este feminicidio.



Nueve años después de semejante incidente, quien fue la conductora del ciclo, Patricia Gaztañaga, recordó el suceso en una entrevista para el medio online FormulaTV, naturalmente lamentando lo ocurrido y comentando una curiosidad: nadie le preguntó, en ningún medio, sobre lo que pasó entre Svetlana y Ricardo, los protagonistas del crimen pasional. De hecho, si bien fue noticia en su momento, hay muy pocos registros periodísticos y audiovisuales sobre el tema. Era 2007 y recién estaban apareciendo las redes sociales tal como las conocemos ahora.

En Chile también hubo talk shows en el momento que explotaron por todo el mundo. El que se puede hacer memoria hoy es "Caleta de pecadores" del extinto canal Rock & Pop, hoy Telecanal, donde desfilaban personajes de todo tipo, alternándose con envíos de charlas más serias. Aquí, uno de los pocos fragmentos subidos del programa, además de los que aparecen en el informe que apareció en este blog hace ya rato.



Y llegamos a la Argentina
, donde muchos no saben que los talk shows empezaron bastante temprano, a principios de los '80, con "20 mujeres", "Metete" y "Pollera pantalón" en ATC (hoy Televisión Pública Argentina) y "Con ustedes" en Canal 13 (hoy eltrece), pero en los '90 hubo una intentona de talk show que se llamó "Turno Tarde" con Mario Pergolini en Canal 9 Libertad (hoy elnueve), que duró muy poco tiempo debido a que el omnipotente dueño del canal en esa época, Alejandro Romay, quería meter todo lo que en ese entonces Telefé hacía para liderar el rating. Sin embargo, justamente de Canal 9 aparece un talk show que terminó siendo un parteaguas del género: "Sin vueltas", que luego se llamó "Hablemos claro", posteriormente "Hablemos con Lía" y terminó en Canal 7 llamándose "Con Lía Salgado". Era un talk show más en la onda del debate de ideas, sin mostrar "bichos raros" o peleas físicas.



En Canal 13, quien fue conductora del noticiero central de la estación, María Laura Santillán, estaba al frente de "Causa Común", un talk show que arrancó como el de Lía Salgado con temas sociales y gente de a pie, para luego hacer especiales con famosos y sus historias de vida. El programa terminó cuando empezó el nuevo siglo y la periodista pasó a la gerencia de noticias del canal.



En 1997 llega "Amor y Moria", un talk show conducido por la ex vedette Moria Casán, quien con irreconocible trajecito y maquillaje formal presentaba casos de mujeres golpeadas, portadores de VIH y problemas familiares más tirando a la emoción que al impacto.



Pero había que desbarrancar, como para decir que en Argentina no hubo talk shows como Dios manda (o sea, manda no hacer). Y un par de años después llega "Entre Moria y vos" y su "escenario de la vida". Y se acabó la seriedad y el dramatismo, como verán en éste, quizá el mejor momento del programa, recopilado en el recordado "top five" de "Caiga quien Caiga".



El programa también duró muy poco, pero por las multas que recibió del comité de radiodifusión argentino por su contenido explícito en su lenguaje, algo que se estilaba mucho en esos tiempos tras la crisis argentina del 2001, donde la pantalla chica se volvió anárquica en contenidos hasta un poco más de la mitad de la primer década de este siglo. Hay que tener en cuenta que este programa se pasaba sin ninguna censura en horario de protección al menor, como este otro, realizado por estrellas mediáticas, que no llegaba a ser un talk show, más que nada por su contenido que se notaba enormemente guionado. Con ustedes, Zap.



Hasta la llegada de "El show del problema" a Canal 9, un programa más show que talk, con casos demasiado actuados y un lenguaje explícito que no se escuchaba desde hace mucho en la tele argentina, el último programa considerado talk show que tuvo el país hasta el momento fue "Los unos y los otros", un envío de charlas amenas e historias de vida lejos de la pasión violenta del género. Hoy en día, el público argentino que enciende sus televisores como para que les haga compañía por la tarde, dejó de consumir ese género y ahora, exceptuando el canal público, todos tienen magazines que mezclan actualidad con chimentos del espectáculo. Es barato, deja buena audiencia y anunciantes fieles, a diferencia de los realitys que demandan mucho costo de producción y nunca se sabe a ciencia cierta qué puede llegar a pasar, por más inducción psicológica que se le inyecte a sus protagonistas. Otro tema que estaría bueno tratar, lo de los realitys. Un género que tuvo su boom a principios de siglo y hoy muy pocos países, entre ellos Chile, lo siguen desarrollando.

Hay muchos más ejemplos de talk shows en nuestro idioma, muchos de ellos como "¿Quién tiene la razón?" o "El palenque", emitiéndose en el canal de cable Glitz*, propiedad de Time Warner, que alguna vez fue un canal de moda, tendencias y series en estreno, y ahora es un refrito de telenovelas latinas y el género al que está dedicado este artículo.

Hoy el género del talk show, que le ha dado a cada canal que lo transmitió en su manera más cruda altos niveles de audiencia al comenzar cada uno de sus ciclos, va en franco declive en un México que en el 2016 generó muchos cambios forzados en la manera de hacer tele debido a la aparición de una tercera cadena de TV, Imagen Televisión y el apagón analógico que ocurrió a fines del 2015, mejorando la transmisión de las señales de manera exponencial. Ni "Laura" ni "Cosas de la vida" están en el aire, siendo reemplazados por envíos periodísticos y otros magazines de actualidad y entretenimiento, mucho menos tensos que aquellos programas "de charla".

Sin embargo, y para sorpresa de muchos, el talk show como tal volvió en 2019 con "La tercera en discordia" conducido por Rocío Sanchez Azuara en Unicable. Repentinamente y a menos de un año de estrenarse, el programa se cancela y un año después la conductora potosina es fichada por Imagen TV (sólo le falta estar en Multimedios y sería la única conductora en haber estado en las cuatro cadenas televisivas más importantes de México) y arranca con "Acércate a Rocío", luego renombrado a "Rocío a tu lado", sin el lenguaje adulto del anterior y con más debate en los temas que se tocan, confirmando que el género del talk show ya está dejando definitivamente de ser lo que era.



Y si han llegado hasta aquí, creo que van a poder aguantarse un par de videos más, en primer lugar, de algo que fue descubierto por varios usuarios de Youtube y, por supuesto, televidentes con muy buena memoria. Muchos de los panelistas o protagonistas de las historias que presentaban Laura Bozzo y Rocío Sanchez Azuara tienen diferentes historias, diferentes situaciones... y hasta diferente peinado porque son ¡la misma persona! Basta con poner "panelistas repetidos" en el buscador y aparecen muy buenos recopilatorios de esos casos. Este es el ejemplo más contundente ya que se da en distintas cadenas de TV con apenas dos meses de diferencia.




Y el segundo video sí que es de mentira (bueno, como si todo lo que se vio en este artículo fuese "la vida misma"). Fue uno de los primeros videos "virales" de la historia. Era poner en el buscador de Youtube "risa incontenible" para que aparezca este video de un canal belga que muchos creyeron que fue cierto. En realidad fue un sketch de un programa humorístico llamado "In de gloria" donde se muestra la cancelación de un talk show por un ataque de risa de su conductor, que terminó siendo locutor en una estación de radio de baja potencia. Una sátira al género que fue hecha en el 2002, pero que terminó siendo famosa en todo el mundo seis años después, cuando empezaba a emerger Youtube como red social fuerte.



Después de todo, esto es televisión. Y como decía el Topo Gigio, "a la vez nos educa y entretiene".