De vendedores de ilusiones, estafadores, vendehumos o estrellas de 15 minutos hemos disfrutado y padecido (según del lado en que estemos) miles de veces. Pero el caso de Emile Maxim St. Patrick Higgins es quizá el más resonante por el hecho que de lejos se notaba que todo era una burbuja a punto de explotar.